Mirada, ligeramente ensuciada con perfecto conocimiento. Para crearla se utilizó un lápiz blando en la línea acuosa del ojo y otro en tono verde bajo las pestañas inferiores.
El uso de tonos caramelo y sepia -"que recrean el efecto de un negativo antiguo", recalca Baltasar- es otra de las tendencias estrella de la temporada. Aplicando un toque de gloss sobre los párpados y una acertada combinación de tonos rosas.
Juega con sombras en tonos cobre y lipstick de un tono similar.
El atemporal recurso de ojos smoked se reinventa con efecto metalizado
Recupera la versión smoked más tradicional llevada al extremo -en tonos piedra, degradados en toda la extensión del párpado y del arco de la ceja-, combinada con unos labios nude ponibles y favorecedores.
El rojo inglés vuelve con fuerza esta temporada. Se tuvo que crear tres capas para conseguir este resultado: la primera con un lápiz labial en tono rubí, la segunda con dos tonos de lipstick y la tercera con un poco de gloss.
El tradicional rouge en versión vinilo para un look que se inspira. La clave está en el modo de aplicación del color de labios: deben perfilarse primero los labios y después aplicar el color sobre ese trazado.
"Ojos y labios maquillados a la vez no significa horror vacui". Claro ejemplo de ello es esta propuesta, con sutiles trazos en verde esmeralda sobre las pestañas superiores y labios rojos en versión brillante.
El rubor -en cualquiera de sus versiones- vuelve a definirse como básico de belleza esta temporada.Se declina en un tono rosa urbano y ponible, para comprobarlo.
El uso más extremo del blush, donde se aplica desde el pómulo hacia abajo para enmarcar toda la mejilla en forma de C., ese mismo colorete se utiliza a modo de sombras de ojos siempre y cuando se aplique con ligeros toques.
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